viernes, 9 de diciembre de 2016

Albóndigas de otros Mundos

Hoy es viernes, y aunque hay mucha gente de viaje por el puente, los que nos quedamos tenemos que empezar el finde de la mejor manera posible. Estas albóndigas nos permitirán dar una vuelta, un miniviaje por otros lugares a través de nuestro paladar.

En realidad las albóndigas son de todos los mundos. Se pueden encontrar recetas de muchos lugares e ingredientes que pican la carne y la aderezan de diferente manera. O un montón de salsas y acompañamientos para degustarlas. Nosotros solemos hacerlas de carne de ternera o cerdo, o mezcla de las dos. ¿Las salsas? Pues con salsa de tomate (click aquí) o con un sofrito y caldo de  carne. También a veces innovamos un poco y las hacemos con salsa de zanahoria y naranja ( click aquí). Incluso las hacemos de pescado como estas de bacalao (click aquí) o de verduras como unas de berenjena que hice hace poco y todavía no he publicado.

Siempre son una apuesta segura que suele gustar a toda la familia, que nos permite integrar sabores y jugar un poco. Para mí lo principal en las albóndigas, es que seamos nosotros los que hagamos nuestras propias mezclas de carnes, pescados, verduras, especias, etc. Los pre-elaborados que sean de confianza y de vez en cuando.

Y vuelvo al viernes, a hoy, con una receta de albóndigas que, ¿por qué son de otros mundos? Pues porque he intentado jugar con ingredientes o sabores un poco exóticos para conseguir que unas albóndigas de pollo se conviertan en una cena tastyfridays.

A veces por h o por b no te da tiempo a planificar la cenita especial de la semana, así que hay que tirar de lo que hay por casa. Este tastyfridays, viene de un día así. Y me diréis, claro es que en tu casa hay salsa de chile dulce como el que tiene huevos en la nevera. Y no seré yo la que os quite la razón. Porque alguien aficionado a la cocina, inquieta y curiosa con toda la gastronomía de aquí y de allá, suele ir acumulando en despensa o en el congelador, ingredientes no muy habituales. Pero esto no es excusa, si no nos da tiempo a hacerlo hoy, mañana nos ponemos.

Todos los ingredientes son muy fáciles de encontrar, excepto la salsa de chile dulce. Podéis probar en grandes superficies, en la sección de comida internacional. Si no da resultado, todas las tiendas asiáticas la tienen. Y si no tenéis nada de esto a mano, probad a hacer una salsa agridulce con guindilla, azúcar, vinagre, miel, mostaza, agua...emplead la imaginación. Yo os dejó aquí una que puede llegar a sustituirla (click aquí). También tenemos internet para comprar de ingredientes poco habituales.

¡Vamos allá con la receta!

INGREDIENTES:
(2PAX)
250g. de pechuga de pollo
30g. de cebolla morada
1 diente de ajo
1 cucharadita de cilantro fresco picado
1 trocito de jengibre fresco(1x1cm.)
pimienta
sal
1cucharada de salsa de soja
Tempura:
  • - 40 g de harina tamizada
  • - 160 cl de agua muy fría
  • - 1 huevo o una yema de huevo
salsa: 
100g. de calabacín
35 g. de puerro
10g. de anacardos
 2 cucharadas de salsa de chile dulce
aceite de oliva
sal
Emplatar: sésamo tostado y cebollino

Preparación:
En primer lugar picamos la pechuga de pollo. Le añadimos la cebolla morada picada muy fina y el diente de ajo uy menudo. Incorporamos el cilantro y el jengibre rallado. Salpimentamos y añadimos una cucharada de salsa de soja. Mezclamos todo bien y hacemos las albóndigas. Para darles forma podemos humedecernos un poco las manos, o untárnoslas con un poco de aceite. 
Para hacer la salsa picamos menudo el puerro y lo sofreímos en aceite de oliva. Antes de que termine de hacerse el puerro, añadimos el calabacín también picado menudo, salamos y dejamos hasta que estén blandos. Ponemos en el vaso de la batidora, añadimos la salsa de chile dulce y los anacardos. Trituramos y añadimos un chorrito de leche si fuera necesaria, para aligerar un poco la salsa.

Hacemos la tempura, mezclando todos los ingredientes. Si no querías ponerle huevo, podéis hacer una masa de harina y agua helada solamente, tened en cuenta que del quedar una masa no muy densa o espesa, para corregir las cantidades. Pasamos las albóndigas por la masa y freímos en aceite de oliva. Las sacamos a un plato con papel absorbente para escurrir el exceso de aceite.

Servimos las albóndigas acompañadas con la salsa, espolvoreamos con sésamo tostado y adornamos con unas ramitas de cebollino.


¡Disfrutad del finde, disfrutad del viaje y disfrutad del sabor!


miércoles, 16 de noviembre de 2016

Noodles de Aquí y de Allá


Con la mitad de la semana superada, ya podemos ir pensando con qué platos vamos a pegarnos nuestros pequeños o grandes homenajes este fin de semana. Yo os quiero sugerir uno que hice este viernes y que está para que te digan unas cuantas veces "ole" y que tú también te lo digas.



¿Por qué son noodles de aquí y de allá? Pues porque con este plato he buscado hacer una fusión con la comida thai, un viaje a mundos asiáticos, pero integrando ingredientes de aquí.  Un ejemplo son las vieiras, que aunque son un ingrediente no exclusivo de nuestro país, sí las podemos encontrar en nuestros mares y es un molusco muy apreciado por nosotros. Las zanahorias y los champiñones también son ingredientes habituales de nuestras cocinas. Las vieiras combinan muy bien con los guisantes. Y los guisantes aquí tradicionalmente se han comido habitualmente con jamón. De hecho yo publique en su día unos raviolis de guisantes con vieiras que podéis ver haciendo click aquí

Para conseguir el toque thai, pues lo primero es hacerse con unos noodles de allí, que no os preocupéis porque podemos conseguir aquí. En un gran hipermercado en su sección de comida internacional los podéis encontrar. En tiendas asiáticas por supuesto que también. Y si no queréis buscar, podéis utilizar tallarines o espaguetis. Seguimos con nuestro toque thai utilizando la lima, el jengibre, la menta, los cacahuetes y el toque picante del chile rojo. Que vuelvo a deciros que si no lo encontráis le echáis guindilla y solucionado. Lo importante es ir buscando soluciones y conseguir un plato que nos haga disfrutar.


INGREDIENTES
2pax

90g.Udon noodles

800g.Agua
130g.Huesos de jamón

Pasta guisantes:
100g.Guisantes congelados
30g.Cacahuetes
2,5g.Menta fresca
10g. aceite de oliva

8Vieiras pequeñas
40g.zanahoria
40g.champiñones
1/2 chile rojo
10g.jengibre
ralladura de 1/2 lima
sal
aceite de oliva
2 lonchas de jamón o paleta ibérica


Preparación:

En primer lugar hacemos un caldo con unos huesos de jamón y agua, dejando que cuezan 20´. En ese caldo cocemos los guisantes durante 7 minutos y reservamos. 
Trituramos los guisantes junto con el aceite, los cacahuetes, la menta y una pizca de sal, obteniendo una pasta espesa. Rectificamos de sal.

Hacemos un crujiente de jamón, poniendo las lonchas entre dos papeles de cocina al microondas 40 segundos.

En ese mismo caldo de cocer el hueso de jamón y los guisantes,  cocemos también los noodles durante dos minutos y reservamos

Salteamos la zanahoria en juliana y los champiñones en láminas finas con aceite de oliva y una pizca de sal, añadimos los noodles y dos cucharadas de la pasta de guisantes, cacahuetes y menta. 

Retiramos del fuego. Salteamos las vieiras con un poco de aceite de oliva y sal. Servimos los noodles acompañados del chile picado fino, ralladura de lima, jengibre, las vieiras salteadas y el crujiente de jamón espolvoreado (reservamos un trozo entero).
Adornamos con una hoja de menta y el trozo del crujiente de jamón que hemos reservado previamente. Terminamos con un chorrito de aceite de oliva.





Ya podemos comenzar el fin de semana viajando a otros lugares a través de nuestro paladar.

¡Espero que os guste!

domingo, 16 de octubre de 2016

Brocheta de Solomillo con Chutney de frutos rojos y Pan de Rioja

Hoy es el Día Mundial del Pan, con tantos ingredientes y alimentos que existen en este mundo, no tendríamos días suficientes en el año para celebrarlos todos, ya sé que los hay más importantes y menos y son los más significativos los que consiguen su día. Hablando de esto me ha picado la curiosidad y en cuanto termine esta entrada me pondré a investigar quien tienen el honor de celebrar un día mundial.



Volviendo al pan y para celebrar su día me ha parecido una buena idea recuperar este plato que tiene como base un pan de vino y con el cual grabé una de mis videorecetas para el Campeonato Demos de www.demoslavueltaladia.com en el que estoy participando. 

Es una receta muy rica y que aunque la idea de hacer el pan os eche un poco para atrás, no penséis que es difícil. Yo como siempre os animo a probar y a disfrutar de un tastyfridays muy sabroso. Quizás para hacerlo un viernes por la noche lo que necesitéis es o empezar por la tarde, o el día antes. Es una cuestión de tiempo al levar el pan y hacer el chutney, que lleva un ratito, tampoco mucho.
Ni que decir tiene que el pan es también genial en solitario, o para el desayuno con un buen jamón, o con un chorrito de aceite.

Para disfrutarlo del todo solo hace falta un buen vino, un poquito de música y por supuesto, buena compañía.

Aquí os dejo enlace a la videoreceta 


https://youtu.be/vD3wfjA_KMk


INGREDIENTES:
(2pax)

600g de solomillo de cerdo
aceite de oliva
sal y pimienta

pan de rioja:
250g de harina de fuerza
5g de sal
100g de agua
100g de vino de rioja crianza
3g de levadura liofilizada
15g de pistachos pelados

chutney de frutos rojos:
40g de vinagre de manzana
50g de vino
60g de cebolla roja
50g de frambuesas
50g de arándanos
90g de manzana verde
40g de ciruelas
50g de cerezas
65g de azúcar moreno
1 rama de canela
1 clavo
10g de jengibre fresco rallado
sal y pimienta
ralladura y zumo de media lima



Pan de Rioja:
Mezclamos todos los ingredientes menos los pistachos con el gancho amasador, durante 10´. Si no disponemos de electrodoméstico para amasar, lo hacemos a mano. A continuación amasamos a mano otros 10´, estirando y envolviendo la masa. Vamos espolvoreando la superficie de trabajo de harina y llegará un momento en que la masa deja de pegarse. Partimos los pistachos en trozos no muy pequeños y se los vamos incorporando a la masa.
Formamos una bola y dejamos levar en un recipiente tapado con film, durante una hora. A continuación sacamos aplastamos un poco formando un círculo grueso y enharinamos. Dejamos levar media hora tapado. Greñamos la masa (hacer una cruz en el centro con un cuchillo)
Horneamos durante 10´a 250º con vapor. Si no tenemos horno de vapor (como es mi caso) introducimos desde que ponemos el horno a calentar un recipiente con agua. Después sacamos el recipiente con agua o quitamos el vapor y horneamos durante 25' a 180º. Sacamos y dejamos enfriar sobre una rejilla.
Chutney de Frutos Rojos:
Cortamos en dados pequeños todos los ingredientes. Sofreímos la cebolla ya continuación incorporamos la manzana. Echamos el resto de frutas, las especias, el azúcar y los líquidos. Dejamos cocinar a fuego bajo hasta que espese. Puede tardar unos 50´.
Cortamos el solomillo en dados no muy grandes, salpimentamos y salteamos en aceite de oliva. 
Para emplatar, cortamos una rebanada de Pan de Rioja. Ensartamos dos brochetas con tres trozos de solomillo cada una y las ponemos sobre el pan. Añadimos un poco de chutney por encima y decoramos el plato con unas frambuesas y unos arándanos.
¡Espero que os guste!








viernes, 14 de octubre de 2016

Tastyaperitivo: Tortilla por partes con Yema de Huevo Curada

Todavía recuerdo la masterclass de Kiko Moya, este alicantino que prepara unos arroces riquísimos, a contracorriente y saltándose las normas establecidas. Echando la vista atrás, además de sus arroces nos dejó un tesoro que hoy recupero, una yema embrionaria curada en soja.  Una yema que quedaba con una textura muy diferente, como una mantequilla que se podía untar, una pasta densa que era toda una experiencia en el paladar.
¿Por qué la recupero hoy? Pues porque es el Día Mundial del huevo y habrá que celebrarlo comiendo huevo. Para ello voy a preparar una tapa con este protagonista que se adapta a un montón de platos, como acompañamiento o en solitario.

Yo no dispongo de una yema embrionaria, pero con una yema normal, os aseguro que el resultado es muy bueno. ¿Hay algo más rico y más nuestro que la tortilla de patata? Cuando separé la yema de la clara, pensé en que no iba a tirarla, así que tenía que acompañar a la yema de alguna manera. Ya sé que no soy pionera en desestructurar la tortilla de patata, hace muchos años que el genio de Ferrán Adriá lo hizo, pero aquí tenéis otra forma.

Hoy edito esta entrada, muy contenta para compartir con vosotros que con mi receta he ganado el concurso de Canal Cocina y Pazo de Vilane de recetas con huevo.


INGREDIENTES
(1tapa)

1 huevo
10g. de cebolla
10g. de patata
soja
Aceite de oliva
cebollino
sal

Separamos la yema de la clara. Ponemos la yema en un recipiente cubierta de soja, flotará pero no os preocupéis. Tapamos con film y metemos en la nevera durante 48h. Yo la he sacado un poco antes. De vez en cuando le podéis dar un meneíto para que la soja pase por encima de la yema.  La clara tb la reservamos durante ese tiempo en la nevera tapada con film.


Pasado el tiempo de curar la yema, picamos la cebolla muy fina y la freímos en aceite de oliva. Añadimos la patata cortada en cuadraditos muy pequeños y salada y la freímos  con la cebolla antes de que esta última termine de hacerse. Escurrimos y reservamos.
Batimos la clara de huevo, le echamos un poco de sal y la hacemos en la sartén con una pizca de aceite de oliva, revolviendo, como cuando hacemos huevos revueltos.

Solo queda montar la tapa. Ponemos la clara en el fondo, después la mezcla de patata y cebolla y por último la yema que habremos escurrido de la soja. Adornamos con un poco de cebollino y listo.





¡Espero que os guste y Feliz día del huevo!

viernes, 30 de septiembre de 2016

Empanadillas Chinas con toque Pedroñeras

Este plato sale de un concurso al que me he presentado de Ajo morado de Las Pedroñeras. A veces los concursos están bien no sólo por el premio, que también, sino porque te hacen darle un poco al coco y crear una receta en base a unos ingredientes predeterminados. En este caso no hace falta ser muy listo para saber que el ingrediente que pedían que estuviera presente en la receta era el ajo morado de Las Pedroñeras. Con una cena de tastyfridays a la vista me propuse hacer un plato que además de llevar ajo fuera un poco especial y diferente para que nos deleitara la noche.

Yo quería que el ajo tuviera bastante presencia, ya que es un concurso de eso, pero el ajo con presencia todos sabemos que es peligroso, no porque te vaya a pasar nada, que mira que tiene buenas propiedades. Pero nos interesa que comparta protagonismo con otros sabores.
Así que pensando y pensando, buscando y mirando conseguí mi objetivo. Se me ocurrió hacer unas empanadillas chinas, pero obviamente dándoles el toque de ajo y otros ingredientes y convirtiéndolas en un poco "cañís"

Se puede comprar la masa de las empanadillas, de hecho lo podéis hacer en cualquier tienda asiática preguntando por masa para dumplings, gyozas, jiaozi. Pero a mi me gusta aprender y experimentar, así que aunque me llevó un poquito más de tiempo, la experiencia mereció la pena.
Las formas que les podemos dar, y de ahí los nombres distintos, también son varias. 

Antes de explicaros como se hacen, os diré también que hay diferentes formas de cocinarlas. Yo elegí el vapor en vaporera de bambú, no me pude poner más chinita. Otra manera sería cocer en agua. También hay otro método que es dorándolas por un lado o por abajo en una sartén con aceite de girasol y a continuación echarles agua y dejar cocer hasta que el agua se evapore. Con este último también quedan muy bien pero tened mucho cuidado al echar el agua, que todo el mundo sabe que echar agua al aceite puede saltar hasta casa del vecino. Mi recomendación es que os agenciéis una tapa a modo de escudo y directamente cuando echéis el agua lancéis la tapa a la sartén. Os estoy contando esto y me está dando miedo que os queméis, pero es que la técnica es así, por favor tened cuidado. Yo probé con unas que hice otro día y no me quemé pero fui consciente de que hay que tener los reflejos a tope.

Antes de contaros el plato os dejo el enlace dónde si os gusta la receta podéis votarme en un minutito:

http://basicfront.easypromosapp.com/voteme/608028/635785104

¡Muchas gracias!

Masa Dumplings:
500g. de harina
250g. de agua
1/2 cucharadita de sal

Relleno:
500g. de bacalao fresco
4 dientes de ajo morado pedroñeras
100g. de cebolla
1 huevo
3 o 4 cucharadas de salsa de soja
1 cucharada de albahaca fresca picada

Salsa de tomate y ajo asado:
800g. de tomates
10 dientes de ajo morado
sal

Aceite de Oliva

En primer lugar hacemos la salsa de tomate. Ponemos los tomates y los dientes de ajo en el horno y los dejamos a 190º durante 40 minutos. Sacamos del horno, pelamos los tomates y los ajos y los trituramos. Sofreímos el puré resultante, al que añadimos sal, con un poco de aceite de oliva a fuego medio-bajo hasta que se evapore todo el líquido y tengamos una salsa muy espesa, más o menos 30 minutos.


Ponemos la harina en un bol y vamos añadiendo el agua templada, a la que le hemos incorporado la sal. Mezclamos hasta que esté el agua bien incorporada y amasamos unos 10 minutos. Tapamos con film y dejamos reposar 30 minutos.

Para hacer el relleno sofreímos los ajos picados finos, añadimos la cebolla también menuda. Cuando estén listos se los incorporamos al bacalao muy picado, añadimos salsa de soja, la albahaca y el huevo batido.


Estiramos la masa de los dumpling haciendo primero un churro y cortándolo en trocitos. La dejamos muy fina y con ayuda de algo redondo vamos cortando círculos o la dejáis más o menos como en la foto entre círculo y cuadrado. En cada uno de ellos ponemos un poco de relleno y cerramos hacia arriba ( como haciendo un atillo), juntando todos los bordes, apretando la masa y sellando bien. En vez de hacia arriba también podemos doblar a la mitad haciendo forma de empanadilla tradicional.


Cocemos al vapor, poniendo una hoja de papel de horno debajo unos 15 minutos a fuego medio.


Servimos con salsa de soja y con la salsa de tomate y ajo asado.

¡Espero que os guste!

miércoles, 14 de septiembre de 2016

Angelita

El fin de semana pasado tuve el placer de disfrutar de un lugar que merecéis conocer y poder así disfrutarlo vosotros también. El sitio en cuestión es un bar de vinos, y como habéis averiguado en el título de la entrada se llama Angelita.

En Angelita podéis tomar un vino, o dos o tres, o los que queráis, porque disponen de 500 referencias de vino por botella y 25 por copas, incluso sirven algunos por medias copas. Habéis leído bien 500 referencias, no se me ha colado un cero. A lo que iba, tienen un horario non-stop entre las 13:30 y las 00:00 y podréis degustar  en él parte de la carta de comidas y cenas. Pero si lo que queréis es ir a comer o a cenar, cosa que yo os recomiendo, podéis reservar una mesa en un horario más acotado y disfrutar de una experiencia genial. Por lo menos así fue la nuestra.



La carta de comida de Angelita no es extensa pero es más que suficiente, además hay platos con medias raciones que hacen más fácil probar más cosas, e importante en Angelita, probar más referencias vinícolas. La materia prima es extraordinaria, todavía puedo recordar el sabor del tomate. Y el trato del producto muy correcto, alguno más destacable que otro.
¿Y qué hacemos con el vino con tanta referencia? Pues haced como nosotros y permitidles aconsejaros y maridad cada plato con un vino diferente. Creedme que os sorprenderán, siempre para bien.




Cuando vayáis a Angelita os llamará la atención el carro de quesos que te encuentras según entras y que en el que uno de los hermanos artífices de este lugar corta con mimo tablas de queso no sin antes preguntar cuales son tus gustos en cuanto a materia "quesil". No lo dejéis pasar. Nuestras directrices fueron: Nos gustan fuertes, ella es asturiana, dijeron por otro lado. Y probamos un queso de Lanzarote muy bueno, un queso La Peral, pero de oveja (ojito qué descubrimiento y ojito que eres asturiana y te pongo un queso de allí que no te va a dejar indiferente, muy crack) y otro muy rico también creo que de Mallorca, un día de estos me agencio una grabadora para acordarme de todo.




Pero Angelita no se queda aquí. Cuenta con otra sorpresa en la planta de abajo. Un bar de cócteles con esencia americana, actual pero un poco retro y un poco Don Drapper. De este lugar podéis disfrutar desde las cinco de la tarde, e incluso también podréis picar algo para acompañar las maravillosas combinaciones creadas por su personal. Es un sitio ideal también, para tomar algo antes o después de cenar. No podéis pasar de largo por las serendipias, son geniales. Ahí lo dejo.



Angelita lo dirigen dos hermanos, que no son novatos en la hostelería, y eso se nota, se nota su experiencia y se nota su ilusión por este proyecto. Combinación perfecta y en la que no funcionan por separado, aunque cada uno dirige uno de los espacios. De hecho el aperitivo del día que había arriba se elaboraba en la coctelería. Fue un Bloody Mary, he de decir que soy fan del Bloody Mary, pero también voy a decir que este es top. Para empezar se hace con tomate natural y para seguir tiene un proceso de elaboración que no puedo reproducir, porque es tan largo, contado con tanta pasión por su creador que mejor vais y que os lo cuente él, aquí necesitaría otra vez una grabadora. Lo que si voy a decir es que puede ser el mejor Bloody Mary que me he tomado hasta ahora. Me llamó también mucho su presentación. Me encantó, le hice foto, pero no os la voy a enseñar para que la veáis vosotros mismos.

¡Vosotros tenéis que ir y yo tengo que repetir!



Angelita Madrid
C/ de la Reina 4
28004 Madrid
Tel.: 915 21 66 78













martes, 6 de septiembre de 2016

Rape Alangostado

Estos días son de vuelta a un montón de sitios. Vuelta a casa, vuelta al cole, vuelta al trabajo, vuelta al gimnasio, vuelta a las rutinas (qué palabra más fea), vuelta a pensar qué haces de comer o cenar y en definitiva vuelta al día a día. Vaya mareo con tanta vuelta, y al principio estás así un poco noqueado, pero en menos que canta un gallo estás de nuevo con todas tus cosas en orden. 

En mi caso una de esas cosa que tengo que retomar es este blog, que cuando me he querido dar cuenta han pasado muchos días desde la última entrada. Pero eso para mi no es una obligación, es un motivación de la que hasta ahora disfruto y quiero seguir haciéndolo.

En verano me resulta más complicado respetar los viernes para esa cena para dos. Pero se disfrutan de otra manera, salidas a cenar solos, aperitivos al sol, comidas o cenas en familia,  un cóctel en la puesta de sol o un bocadillo a la luz de la luna. 
Algunas de estas cosas te pueden acompañar todo el año, otras habrá que esperar un tiempo para poder volver a ellas. Mientras tanto podemos seguir cocinando platos y sueños.

Para ir metiéndonos en faena, he encontrado el plato perfecto. Un plato tradicional donde los haya, quizás hasta demodé, pero su sabor es genial, su elaboración es muy sencilla, y con estos calores va que ni pintado. Así que no se hable más, se merece una cena como protagonista y un señor bocado. 

INGREDIENTES
(2PAX)

1 cola de rape de 345g
Pimentón dulce
Agua
Sal

Salsa rosa
2 cucharadas de mayonesa
1 cucharadita de ketchup
unas gotas de whisky
unas gotas de zumo de naranja

Ensalada de Aguacate
1 Aguacate
media lima o limón
sal y pimienta 

En la pescadería pediremos que nos saquen la cola del rape, al quitar la espina, quedará en dos trozos a lo largo que en mi caso pesaban entre los dos y sin espina 345g. Cogemos hilo de cocina y los unimos para que al cocerlos mantengan la forma.



Untamos la cola de rape con el pimentón, previamente salada, hasta que queda totalmente cubierta. Envolvemos con el papel film o de aluminio y ponemos a cocer al vapor en agua con sal y una hoja de laurel. También lo podemos cocer sumergido en el agua, si lo hacéis así mejor con papel de aluminio. Cocemos durante 10 minutos. Esperamos a que se temple un poco para quitar el papel y cortamos el hilo. 


Hacemos medallones de unos dos centímetros y lo tenemos listo para servir.
La salsa rosa hace muy buena pareja con este rape, para hacerla solo tenemos que mezclar todos los ingredientes.

El acompañamiento es muy sencillo. Cortamos el aguacate en dados. Aliñamos con zumo de lima o de limón, sal y pimienta.

Ya solo queda emplatar y disfrutar.





 ¡Espero que os guste!








martes, 19 de julio de 2016

Pechugas de Codorniz con Puré de Guisantes y Jugo de Mejorana

Siempre que pasa un tiempo y no publico una entrada intento justificarme ante mí y ante vosotros. Pero hoy no lo voy a hacer. Creé mis dos blogs pensando en compartir mis recetas, mis experiencias e incluso momentos de mi vida. Y aunque todos los días sigo cocinando, apunto mis recetas, y disfruto de los platos, no siempre tengo tiempo para publicarlos con continuidad. Me encantaría estar aquí cada poco, pero a veces no es posible. Lo bueno es que siempre vuelvo. Y la mejor recompensa de volver es que vosotros siempre estáis ahí. Vuestros comentarios en redes, vuestras buenas palabras y vuestras ganas de más recetas, es lo que realmente alimenta mis blogs.

Ya que hoy he encontrado un ratito para escribiros, vamos a lo que nos interesa.  He comido muchas veces codornices, nunca las he preparado y un día tenía que ser el primero. Puede parecer un rollo tener que deshuesarlas, pero a los que nos gusta cocinar, nos gusta cortar por aquí, enredar,  y quitar la piel de allá. Para los que no os gusta, hoy en día se puede encontrar casi todo listo para cocinar. Yo preferí comprarlas enteras y pelearme un ratito con ellas, y es en esa "pelea" de preparación donde disfruto un montón.

El plato de hoy es ligero, perfecto para una cena de verano. Un buen vino hará el resto y empezaremos el fin de semana con muy buen sabor de boca.


INGREDIENTES:
(2pax)
4 codornices
5 granos de pimienta negra
1 chorro de vino blanco
1/2 cebolla
1 y 1/2 vaso de agua

2 huevos de codorniz
Harina
Huevo
Pan rallado
Brotes de ajo

Puré de guisantes:
100g de guisantes
100g de agua
1 chorrito de aceite de oliva
sal y azúcar
2 cucharaditas de nata al 35%
Jugo de mejorana
100ml de agua con una cucharadita de bovril

En primer lugar, cocemos durante 3 minutos los huevos de codorniz en agua hirviendo y reservamos.

Hacemos el puré de guisantes. Ponemos el agua a hervir con el aceite, la sal y el azúcar. Cuando hierva incorporamos los guisantes  y cocemos durante 8'. Escurrimos y reservamos el caldo de cocerlos. Batimos con las dos cucharaditas de nata y añadimos un poquito del caldo de cocer pero manteniendo una textura muy espesa.



Sacamos las pechugas de las codornices. Reservamos las carcasas para hacer el caldo sin los muslos y las alas que los podemos conservar para otra elaboración. Echamos un chorro de aceite en una cacerola y sofreímos las carcasas partidas en trozos. Añadimos la cebolla cortada en trozos, la pimienta y el vino blanco. Bajamos el fuego e incorporamos el agua. Dejamos reducir durante 15' a fuego medio.

Para hacer del jugo de mejorana, cogemos el caldo resultante de cocer las carcasas, añadimos 100 ml. de agua mezcladas con una cucharadita de bovril y 4 ramas de mejorana. Dejamos reducir hasta conseguir un jugo concentrado. Unos 20'. Reservamos.

Es la hora de enharinar los huevos de codorniz, cocidos y pelados y pasarlos por huevo batido. A continuación los freímos en aceite de oliva.

Freímos también las pechugas, salpimentadas y en aceite de oliva.

Montamos el plato con dos pechugas o tres por comensal. Añadimos un poco del puré de guisantes acompañado del jugo de mejorana. Hacemos un "nido" con los brotes de ajo, aliñados con sal y aceite, y ponemos un huevo encima.
Por último adornamos con unas hojas de mejorana y a disfrutarlo.


 ¡Espero que os guste!






martes, 14 de junio de 2016

Mi Primera Masterclass Demoslavueltaaldía

Igual que cuando era niña en mi primer día de cole, así me sentía yo el sábado por la mañana cuando sonó el despertador. Con una hormiguita en el estómago que daba vueltas sin parar. Mis primeros días de colegio año tras año, los recuerdo así. Con una mezcla de felicidad y nervios a partes iguales, y con muchas ganas.

Hay gente que se pone nerviosa y se le cierra el estómago, a mi no. Como no desayune antes de salir de casa, podéis compadecer a quien me encuentre al cabo de media hora. El sábado aunque no hubiese desayunado, tampoco habría pasado nada. La ilusión que llevaba conmigo podría salvar a quien se cruzara en mi camino. 

Una vez en el Centro Cultural del Gusto, A punto,  pude ir encontrándome con mis compañeros, y tuvimos tiempo suficiente para ir relajándonos antes de empezar, comentar nuestras dudas e intercambiarnos chaquetillas. Qué a mi esta me queda grande, que a mi esta no me abrocha o que la tuya es de mujer.

¿Cómo se puede sentir alguien a quien le encanta la cocina, le encanta comer, le enamora el mundo de la gastronomía y disfruta de las enseñanzas y platos de Mario Sandoval durante unas horas a 50cm. de distancia? Uno se siente muy bien, uno llega un momento que no sabe ya a donde mirar. Los ingredientes, las explicaciones, las ollas en marcha y un gran maestro. Al principio estaba tan embobada que me costó moverme del sitio, pensaba que si me movía me perdería algo. Pudimos colaborar, pudimos emplatar y pudimos probar platos maravillosos, explicados con mimo, con sentimiento y con dedicación por Mario. Un menú completo, un regalo para nuestros paladares. Pero la hora del servicio se acercaba y Mario tenía que cumplir con sus obligaciones. Así que antes de convertirse en calabaza se marchó.


Entonces llegó él, Kiko Moya, despacio, sin hacer ruido. Nos fue presentando su filosofía y su forma de entender la cocina. Después del subidón anterior, el trabajo de dejarte la mente en blanco es complicado. Kiko, lo consiguió. Cuando ya nos tenía a todos atrapados, pasamos a los fogones. Allí pudimos ver y probar una yema embrionaria que adoptaba una textura de pomada. Una mostaza que parte de unas semillas cultivadas por ellos y se come con unas hierbas cultivadas allí, en su casa. El arroz al cuadrado es un arroz diferente. Es su arroz en el que mezcla sus toques personales con la tradición alicantina, que no es la misma que la valenciana. Kiko Moya cocina así, con el amor por su entorno, con el amor por su tierra y metiendo dosis de rebeldía que consiguen unos platos diferentes
Él cree en lo que hace y para muestra un botón: “Podéis encontrar en google millones de ingredientes y podéis conseguirlos, pero el criterio no lo encontraréis allí”. Ahí queda eso.



Llegó el momento del descanso. ¿Para comer algo? Si algún valiente se atrevía tenía tiempo. Al igual que tuvimos tiempo de comentar, de resetearnos y de conectarnos con el mundo exterior. Cuando nos quisimos dar cuenta allí estaba una gran actriz, Teresa Calo, con su sonrisa y su cercanía
Única para meterte caña con tu actitud ante la cámara, haciéndonos reír, y también sufrir un poquito, Teresa nos dejó su huella particular. Un coaching en toda regla, que nos permitirá sacar lo mejor de nosotros mismos delante de una cámara y delante de los demás. 




El día llegó a su fin. Y me fui, con la misma sonrisa con la que había llegado, feliz y con muchas ganas de más.


viernes, 10 de junio de 2016

Rollitos de Conejo, Morcilla y Setas

Para hacer un plato especial, no hace falta gastarse una fortuna. Lo que hace falta es un poco de tiempo, un poco de dedicación, una pizca de ilusión, y de vez en cuando alguna vuelta buscando esos ingredientes que le den al plato un toque diferente, que sean capaz de darle un poco de chispa a nuestro paladar. 

Aquí está un ejemplo hecho con conejo, una carne asequible, los últimos tiempos menos, todo hay que decirlo. Confieso que no es una carne que compre habitualmente, no está en mis menús diarios aunque si puede dar mucho juego para estarlo y para visitar tu cocina de vez en cuando.

Pero aquí no estamos en el día a día, para eso tenemos mamaquehay.blogspot.com aquí estamos en ese día, el que elegimos para disfrutarlo despacio, para saborearlo. Que cocinamos con mimo, con los cinco sentidos, sin mirar el reloj a no ser para medir los tiempos de cocción. Y una vez que se termina la preparación, sigues disfrutando de todos los sabores que has creado y de las sensaciones que ese plato está causando a tu alrededor.

A veces, puedes estar tan ensimismado en lo que has planeado, en lo que estás cocinando, que es ese mundo alrededor el que te puede poner los pies en la tierra para hacerte entender que no está todo lo redondo que parecía o que planeabas. Otras veces tú mismo te das cuenta de que quizás el resultado no es el que tú esperabas. Pero eso no debe arruinarte el día o la noche, es un elemento más que el momento, la compañía, la charla y el vino, pueden compensar.  Para eso estamos para experimentar, probar combinaciones, aprender, y sobre todo pasar un buen rato, nuestro buen rato.


Estos rollitos consiguieron una sonrisa en el primer bocado y unos cuantos "ummm, ñam, mmmm", en los siguientes.

INGREDIENTES
(unos cuantos rollitos, para hoy, para mañana y casi para toda la semana)

525g de medallones de conejo con hueso

Salsa
Los huesos del conejo
2 dientes de ajo sin pelar
50g de cebolla
aceite de oliva
Sal
Granos de pimienta
Vino de Oporto
Agua
Maicena

Relleno
La carne de conejo sin hueso, se quedó en 386g
142g de setas (utilicé shiitake, podéis probar con las que queráis)
66g de morcilla de cebolla (la mía era asturiana)
50g de cebolla
Aceite de oliva
sal, ajo en polvo, pimienta y tomillo

1 paquete de obleas de arroz para hacer los rollitos
1 paquete de brotes de rábano para acompañar


Antes de comenzar a explicaros la elaboración, os quería comentar que yo no compré el conejo entero. Encontré unas bandejas donde venía una especie de medallones de conejo y me pareció que para esta elaboración me daría un poco menos de trabajo que con el conejo entero. Pero si compráis el conejo entero también lo podéis hacer, solo es cuestión de tener un poco más de paciencia.


Dicho esto empezamos con el relleno para darle tiempo a entibiarse mientras hacemos la salsa. En una picadora, y si no tenéis pues cuchillo y ánimo, picamos la carne de conejo, que hemos separado previamente de los huesos, y la morcilla. Las setas las picamos a mano en cuadraditos y las añadís a la mezcla. Salpimentamos, sazonamos con un poco de ajo en polvo y tomillo seco. Ponemos a sofreír en una sartén con un poco de aceite de oliva; no mucho que la morcilla soltará grasa. Lo dejamos entibiar. Con las obleas de arroz el relleno no debe estar muy caliente para que no se rompan.

Echamos un poco de aceite de oliva en una olla no muy grande, cuando coja un poco de temperatura sofreímos los huesos a fuego vivo, da igual que se vaya pegando un poquito, pero no dejéis de remover. A continuación echamos los dos dientes de ajo sin pelar y la cebolla pelada y cortada en trozos no muy pequeños más 5 granos de pimienta. Seguimos dando vueltas mientras se van dorando y añadimos un chorro de vino de Oporto, que quede casi cubierto. Aprovechamos para desglasar con el vino, es decir, con nuestra espátula vamos removiendo y rascando los pegadito del fondo. Cuando hayamos terminado de desglasar. Echamos el agua (cuando hablo de un cuarto de vaso, me refiero a los típicos vasos de 200cc).


Bajamos el fuego, salamos y dejamos reducir unos 20-25 minutos. Ahora toca colar y quedarnos con ese jugo concentrado. Como era un poco líquido, le añadí media cucharadita de maicena diluida en un poco de agua (3 cucharadas soperas). Dejamos hervir un poquito. Con esto conseguí darle un poco más de consistencia, pero no quitarle nada del color y el sabor concentrado que tenía.


Vamos con los rollitos.
Cogemos una oblea, la sumergimos en agua tibia para ablandarla. La sacamos y la ponemos sobre una superficie un poco húmeda. Puede ser un paño limpio, una tabla de madera, o en mi caso un papel de teflón similar al de horno, que no me hizo falta humedecer. Si al sacar la oblea del agua véis que tiene alguna fisura, no importa, al enrollar se solucionará.

Ponemos un poco de relleno y vamos enrollando hasta la mitad. En este momento, plegamos los lados hacia dentro y seguimos enrollando hasta acabar el rollo. He procurado que en las fotos quede plasmado el proceso, pero si tenéis alguna duda sólo tenéis que consultarme.




Ponemos un poco de relleno y vamos enrollando hasta la mitad. En este momento, plegamos los lados hacia dentro y seguimos enrollando hasta acabar el rollo. He procurado que en las fotos quede plasmado el proceso, pero si tenéis alguna duda sólo tenéis que consultarme.
Una vez están los rollitos, y si la salsa está muy fría le damos un calentón. Cogemos los brotes de rábano y los aliñamos con un poco de aceite de oliva y sal. Le damos un golpe de microondas a los rollitos. Y solo falta emplatar. Ponemos un rollito o dos en el plato, añadimos por encima unos cuantos brotes. Y me paro que para contar que los brotes de rábano tienen un sabor un poco especial, un poco picante, un poco a tierra, pero con la mezcla del rollito y la salsa son perfectos. Los que os sobren los podéis utilizar en ensaladas.

El toque final: salsear y listo.