Navaja es un restaurante gallego, pero no gallego al uso, gallego con mezcla peruana y asiática. Así que si buscas sabores tradicionales, no vayas. Bueno búscalos en otro y vete a Navaja a disfrutar su fusión. Vete a Navaja a abrirte la mente. Vete a Navaja a notar que tienes paladar. Vete a Navaja a subir, a bajar, y a canallear.
Lo primero que os tengo que contar es que a Navaja se va sin reserva y el comedor tiene pocas mesas. En la zona de la entrada hay un primer espacio con una mesa corrida, un pequeño espacio de barra además de las zonas de apoyo con barra que dan las paredes con sus correspondientes sillas altas. Así que hay que ir y probar suerte.
Entre los platos que probamos estaban las navajas, no podían faltar. Polvo de cacahuete, habanero y leche de tigre son algunos de los sabores que dan un punto muy diferente a este molusco.
Tampoco nos pudimos resistir al aguachile black tiger, entre Méjico y Perú. O al Hamachi con maracuyá, cuando los recuerdo se me hace la boca agua.
Los baos de presa ibérica y los de cangrejo de concha blanda no nos bajaron de la montaña rusa de sabores en la que nos habíamos subido.
Una aventura culinaria os espera en Navaja, no os la perdáis.
Restaurante Navaja
Calle Valverde 42
Madrid