lunes, 23 de febrero de 2015

Raviolis rellenos de Bogavante con Salsa de Puerros

La pasta todavía no había ocupado un hueco, o mejor dicho un plato, en Tasty Fridays. Y no es porque no me guste, que me encanta. Tampoco es que sea complicada de hacer, no tiene mucho misterio. Y no es que sea difícil buscar con qué combinarla, porque pega con infinidad de ingredientes. La verdadera razón de esta tardanza fue que me parecía que un tastyfridays se merecía una buena pasta fresca hecha por mí y mi máquina de estirar la pasta se había roto. Entre vueltas y más vueltas, emails que van, que vienen, y llamadas varias pasaba el tiempo pero nadie me solucionaba nada y mi máquina seguía rota. Hasta que uno de estos días me crucé en una tienda que estaban liquidando con una máquina a muy buen precio, así que me la llevé entre otros muchos cacharritos de esos que me compro cada vez que entro en una tienda de cocina, y si están liquidando no os quiero contar lo que me tengo que controlar.

No es que si uno no tiene máquina para estirar la masa no la pueda hacer, se puede hacer, lo que pasa es que para estirarla con un rodillo y a mano, se puede hacer un poco pesado. Qué conste que yo la primera vez que la hice, la estiré a rodillo y con tiempo y fuerza me quedaron unos tallarines, que luego corté a cuchillo, estupendos.
Ahora con máquina nueva, sólo me quedaba pensar qué iba a hacer y me decidí por una pasta rellena, que en principio iba a ser de langostinos y acabó en bogavante. Con este relleno me pareció buena idea que la pasta fuera de tinta de calamar y para redondear el plato una salsa de puerros sonaba como el complemento ideal.

¡Y ahora cuchillo, música y a cocinar!


INGREDIENTES
(2pax)

Masa:
200g de harina
2 huevos
1 bolsa de tinta de calamar

Relleno:
1 bogavante de 500g
46 g de cebolla
46 g de zanahoria
52g de tomate
sal y pimienta
Coñac

Salsa:
180g de puerro
1cazo de agua de coer el bogavante
1 chorro de leche



En primer lugar, nos tenemos que poner con la masa, para dejarla reposar un rato en la nevera, con media hora o incluso un poco menos es suficiente. Si la vamos a amasar a mano, ponemos la harina en forma de volcán. En el volcán echamos los huevos y la tinta de calamar y empezamos a mezclar, cogiendo harina de la parte más próxima a los huevos hasta tener una masa homogénea que amasaremos unos cinco minutos en una superficie enharinada. Si disponemos de un robot, echamos todos los ingredientes en el mismo y los amasamos unos cinco minutos. Para que la tinta se mezcle mejor en ambos casos podemos mezclar primero la tinta con los huevos y luego añadirlo a la harina. Una vez que tenemos una masa compacta y homogénea, la envolvemos en papel film y la dejamos reposar en la nevera.

Ahora cocemos el bogavante en abundante agua con sal, una vez que empiece a hervir con 7-8 minutos tendremos suficiente.
Para la salsa ponemos un poco de aceite en la sartén y sofreímos los puerros cortados en rodajas, les añadimos entonces un cacillo del agua de cocer el bogavante y un chorro de leche y dejamos cocer hasta que estén tiernos. Ahora solo queda pasar por la batidora. Si vemos que la mezcla queda muy espesa podemos añadir poco a poco un poco más de leche.

Seguimos con el relleno. Una vez cocido el bogavante lo pelamos. Para sacar el cuerpo podemos y cortando con unas tijeras de cocina por la parte de dentro, así nos resultará más fácil.  Lo picamos en trocitos y sacamos también toda la carne y mejunje que queda dentro de la cabeza. Reservamos. Las pinzas si podéis las sacáis enteras para ponerlas después en el plato, les podéis dar un toque de plancha o ponerlas tal cual. Las patas, os las coméis sobre la marcha para ir entrando en faena.
Picamos la cebolla y la zanahoria muy finita. Dejamos que se vaya haciendo y añadimos el tomate pelado y cortado muy pequeño. Echamos un chorrito de coñac y flameamos. Cuidado con el fuego.  Tened la precaución de apagar la campana extractora, de no poner la cara encima y, si en un momento dado, veis que el fuego sube demasiado con tapar suele apagarse. Si le tenéis pánico a hacer estas cosas, echáis el chorrito de coñac, le dais fuego fuerte para que se evapore y punto. Ahora sólo queda echar el bogavante troceado y dar una vuelta.

Toca estirar la pasta, con una máquina mejor y sino ya sabéis a hacer brazo con el rodillo. Hay que espolvorear la máquina o la superficie con harina.  Cogemos un trozo de la masa y la pasamos una vez por cada número, hasta el último que nos dejará una lámina muy fina. Con ayuda de un cortapisas o un vaso o algo redondo vais haciendo discos. Acordaos de trabajar siempre sobre superficies enharinadas para que la masa no se pegue. Los míos eran más o menos de 8 cm. de diámetro. Y una vez listos los colocamos sobre papel antiadherente. Hice 26 discos y me quedó un poco de masa que congelé para otro día. Ahora ponemos un poquito de relleno en cada uno y doblamos. Untamos los bordes con agua y presionamos para que se peguen bien y no se salga el relleno al cocerlos.



Ahora necesitamos agua hirviendo con sal, un chorrito de aceite y cocer los raviolis entre 3 y 4 minutos.

Servimos con la salsa de puerros caliente y adornamos con la pinza que teníamos reservada.

Aunque es un plato que me ha costado unas cuantas líneas explicar no es tan complicado de hacer y merece mucho la pena porque está realmente bueno.


No hay mejor forma de empezar el fin de semana que dejando el viernes con buen sabor de boca