miércoles, 24 de mayo de 2017

Tastyfridays se cambia de casa

Puede que no todos los que leéis este blog sepáis que el día que empecé a escribirlo, hace ya un tiempo, también empecé con otro blog www.mamaquehay.blogspot.com Mamáquehay es un blog de recetas del día a día en el que puedo poner una crema de verdura que hago para cenar, o un arroz que hago el domingo para comer. 

Al principio hice dos blogs, me parecía que el público al que iban dirigidos era distinto; pensamiento que sigo manteniendo, aunque también hay un público compartido. Ahora creo que ha llegado el momento en el que uno adopte a otro así que tastyfridays se va a vivir con mamaquehay.

Creo que todos encontraremos un punto positivo a todo esto. Mis lectores de los dos blogs, tendrán las recetas en el mismo lugar. Los que son lectores solo de Tastyfridays encontrarán ideas para cocinar cada día que nunca vienen mal y algún consejito de nutrición que viene todavía mejor; incluso se podrán endulzar la vida con algún postre. Y los lectores de mamaquehay seguro que se animan a hacer alguna cenita o comidita especial. Creo que estamos todos, bueno, falto yo. También ganaré, porque espero no perder de vista a ninguno de vosotros con este cambio y hacer hueco a cosas que rondan mi cabeza y que poco a poco, y paso a paso espero realizar.

Esta decisión, como muchas últimamente, la tomé en unos de estos tastyfridays y acompañada de unos gambones buenísimos que no podéis dejar de hacer. Es fácil, rica y un entrante perfecto para, entre cucharada y cucharada hablar de toda la semana, hacer planes y disfrutar.

Y como tastyfridays ya se ha ido a vivir con mamaquehay, la receta ya está allí, sólo tenéis que hacer click en el título y empezar a disfrutar.



¡Espero seguir celebrando muchos viernes con vosotros!


jueves, 27 de abril de 2017

Caviar de Fresa con Berberechos

Ya queda muy poquito para el fin de semana y esto se traduce en descanso, tiempo libre, amigos, familia y comiditas o cenitas muy ricas. La receta que os traigo hoy es un bocado perfecto para empezar cualquiera de esas comidas o cenas disfrutonas. Ojito con el plato que ponéis después porque este bocadito pondrá las expectativas muy altas.

Como ya habéis leído el título del post, sabéis que esto va de fresas. Hace poco me encontré con un concurso para bloguer@s de Fresas de Europa, una campaña que se encarga de promocionar la fresa andaluza en Europa. Haciendo clic AQUÍ podéis ver en que consiste todo el proyecto. Y aquí el concurso IIConcursoFresasdeEuropaPara mi era una oportunidad de darle vueltas a esta fruta que me encanta desde que tengo uso de razón y crear un plato diferente con ella. ¿Fresas y berberechos? Seguro que alguno piensa que es una mezcla imposible, pero no es así. Muchas veces, los berberechos se toman acompañados del toque cítrico que le da el limón. La fresa es muy cítrica, así que ¿por qué no iban a hacer una buena pareja? Y así, con la intención de sellar su unión, surgió esta receta que me ha encantado.



INGREDIENTES

200g. de fresas
zumo de una lima y su ralladura
2 hojas de menta
mezcla de cuatro pimientas
sal
azúcar (1 cucharadita de las de café)
Jengibre fresco (trocito de 2x2 cm.)
60g. de agua
1,5g. de agar agar
250g. de aceite de girasol
1 lata de berberechos

Preparación:

En primer lugar metemos el aceite en el frigorífico durante 30-40 minutos. Tiene que estar muy frío. Ponemos en un cazo las fresas cortadas en trozos con el zumo de lima, las hojas de menta, el jengibre rallado, el agua y el azúcar. Salpimentamos y dejamos cocer a fuego medio durante 20 minutos. Ponemos las fresas en el vaso de la batidora y cubrimos con el líquido. Batimos hasta conseguir una crema homogénea. Volvemos a poner a fuego medio y añadimos el agar agar, removemos hasta que se disuelva y volvemos a batir.

Vamos allá con el caviar, a estas alturas todos sabemos que lo llamamos caviar por la forma y la textura que lograremos. Necesitamos una jeringuilla y paciencia. Si la jeringuilla tiene la boca un poquito grande mejor. Vamos echando gotas en el aceite, que se coagularán y darán paso a unas perlas rojas muy vistosas.



Cuando hayamos acabado de hacer todas las perlas las colamos y ya las tenemos listas para servir. Si no las vais a servir en el momento, conservadlas en el aceite.


Vamos distribuyendo el caviar de fresas en los vasitos intercalándolo con los berberechos y terminamos con la ralladura de lima.

La mezcla de sabores es genial y la sensación de las perlas de fresa en la boca completa un bocado que seguro os sorprenderá.










¡Espero que os guste!

martes, 21 de marzo de 2017

Pita de Pulpo


Esta semana estamos de suerte y aunque estemos de lunes es martes y mañana ya será miércoles y estaremos muy cerquita del viernes. Una semana de estas cortitas que tanto nos gustan.

Con el plato que os traigo hoy, estoy participando en un concurso de Canal Cocina de cocina griega y con el que espero ganar un libro de recetas de Maria Zannia. Otro más para la colección al que le quiero hacer un hueco en mi biblioteca cocinil. El reto era hacer un plato de cocina griega. Así que después de estar investigando ingredientes y platos, mezclando sabores por aquí y recetas por allá, conseguí esta Pita de Pulpo. Un plato que aunque tiene elaboración no es complicado de hacer y está buenísimo. Una receta fresca que nos traslada a distintos sabores de este lugar que todavía solo conozco en imágenes y en platos y que espero algún día, no muy lejano, disfrutar en directo.



INGREDIENTES

1 pulpo crudo y previamente congelado (1300g)
1 tomate (365g)
7 aceitunas kalamata
6 14 hojas de albahaca grandes
20g aceite de oliva
9g zumo de limón
 sal y pimienta
2 Pan de Pita
4 Hojas de gelatina



Ponemos a cocer el pulpo, descongelado, en agua. Si lo hacemos en olla rápida sólo nos llevará 15 minutos a fuego lento desde que coja presión. Al comprarlo congelado no tenéis ni que darle palos ni esas cosas que se hacen para que no quede duro. Si lo cocéis en olla normal, necesitaréis más o menos 30 minutos para un pulpo de este peso. Hay gente que lo asusta primero unas tres veces para que no pierda la piel o quede más bonita. Yo lo he metido directamente en agua fría y he cerrado la olla.

Lo primero que vamos a hacer es un carpaccio de pulpo. Una vez cocido el pulpo cogemos una botella vacía de agua de las de medio litro. Cortamos la parte donde empieza a disminuir hacia el tapón. Le hacemos unos agujeros con un cuchillo en la base, esto nos permitirá que suelte el líquido que sobra. Ponemos las hojas de gelatina a remojo en agua fría. Mientras vamos cortando las patas del pulpo en trozos y hacemos una capa dentro de la botella. Tiene que quedar prensado. Ponemos encima una de las hojas de gelatina remojada y continuación otra capa de patas. Así hasta acabar con una capa de gelatina. Las patas aprovechadlas hasta el final, no tenemos que poner solo la parte fina.


Hacemos unos cortes en los laterales de la botella y los doblamos hacia adentro cerrando y prensando bien. Envolvemos en papel film. Encima del papel film le ponemos un papel de cocina humedecido. Metemos al congelador durante hora y mediaEl truco de envolver en papel de cocina humedecido lo podéis aplicar también  a cuando queréis enfriar una bebida y no os habéis acordado de meterla en la nevera, en 10 minutos tendréis la bebida fría.


Pelamos el tomate y lo cortamos en daditos pequeños. Le añadimos las aceitunas picadas y las 6 hojas de albahaca también cortadas pequeñas. Incorporamos los dientes de ajo cortados muy finos, un chorrito de aceite de oliva, sal y pimienta. Sacamos el pulpo, lo desenvolvemos y obtendremos un cilindro compacto que cortamos en rodajas finitasLas aceitunas kalamata son una especialidad griega que no es difícil de encontrar, pero las podéis sustituir por aceitunas negras. 


Hacemos un aceite de albahaca batiendo las 14 hojas, aceite de oliva, zumo de limón, sal y pimienta. Tostamos el pan de pita.


Montamos el plato con ayuda de un aro de emplatar. Ponemos el pan de pita y encima una capa del tartar de tomate y kalamata que tenemos hecho.

Ponemos encima una rodaja de carpaccio de pulpo y terminamos con el aceite de albahaca. Si le queréis poner más pulpo, podéis añadir otra rodaja entre el pan y el tomate o servir alguna más alrededor del plato. Podéis abrir el pan como se hace con el Pan de Pita de forma tradicional y rellenarlo con el tomate y las rodajas de carpaccio. Adornamos con una hojita de albahaca. 

Ya tenemos lista nuestra Pita de pulpo con la que darnos una vuelta por los sabores de la cocina griega.



¡Espero que os guste!

lunes, 13 de marzo de 2017

Unos días en Miami

Hoy hace dos lunes que volaba con mi maleta llena de ropa de verano y con muchas ganas de cruzar el charco en busca de unos rayos de sol y un poco de relax.

Los que me seguís en redes sociales sabéis que estuve en Miami. Un viaje que he disfrutado muchísimo por muchas cosas pero sobretodo hay una; he tenido mucho tiempo para estar sola con la única compañía del sol y del mar. Hay gente que me ha preguntado si no era pesado estar tanto tiempo sola, y mi respuesta ha sido: -¡claro que no!. Este tiempo en solitario me ha servido para desconectar, para pensar, para poner en orden algunas cosas, para encontrarme un poco conmigo y pensar solo en mi. Esto os puede chocar, podéis decir y esta se va a Miami como el que se va a un retiro espiritual, jajaja. Pues no ha sido un retiro espiritual porque he hecho un montón de cosas para desactivarme y activarme; pero si que he sabido captar las señales que me decían que aprovechara esos momentos de intimidad conmigo misma.



Cuando se me presentó la oportunidad de hacer el viaje no me lo pensé dos veces y dije voy sí o sí. Lo primero es decir que sí y luego ya empiezas a organizar cómo lo harás, por ejemplo planificar la vida de los que se quedan en casa y que no les hace nada de gracia quedarse, por cierto. Si te lo piensas mucho no vas, yo hace un tiempo precisamente por pensármelo demasiado me perdí un viaje que no tenía que haber dejado escapar.



Como esto es el blog de una foodie lo que tengo que hacer es contaros los sitios a los que fui a comer, aunque como buena foodie os diré que también me dediqué a visitar supermercados. Quizás algunos me tomareis por loca. Esther se va a Miami de retiro espiritual y visita supermercados. Pues sí, allá donde voy me gusta ver qué comida hay en las tiendas. Lo primero que hago cuando voy a un sitio nuevo sea en España o fuera es buscar si hay mercados que pueda visitar. Prefiero mercados como tal, de productos frescos, pero reconozco que también me encanta entrar en los supermercados. Me gusta ver lo que se vende, qué productos nuevos descubro, comparar precios y mirar etiquetas. Esta vez, en mis primeros días de viaje en los que estuve en KeyBiscayne y en el que no encontré un mercado como tal, me pasé dos horas, no es una exageración, metida en un hiperpermercado husmeando todo lo que allí se vendía.
Os puedo contar que me llama la atención los niveles de sodio de muchos de sus alimentos, y esto se debe en gran medida a que tienen un montón de alimentos muy elaborados o precocinados. Algo tan básico e inofensivo como un zumo de tomate se convierte en una bomba para los hipertensos. El tema de las comidas precocinadas y demasiado elaboradas, también en nuestro país va en aumento en los últimos años a un ritmo pasmoso.




Otras de las cosas que me gusta ver cuando viajo es dónde puedo ir a comer o cenar. También me encanta pararme en un sitio que tiene buena pinta y me gusta sin más. Mis primeros días en Keybiscayne mi alimentación se basó en cosas ligeras por el día en el hotel acompañadas de largos paseos por la playa. Ya por la noche tuve la suerte de disfrutar de alguna cena muy divertida como una en el hotel, con un montón de puestos de comida de distintas nacionalidades, donde no podía faltar su típico pulled pork asado a baja temperatura que te servían con palitos de yuca.




Otra de mis incursiones foodies fue en un restaurante del Downtown, Area31, situado en el hotel Epic, donde también se encuentra Zuma, un restaurante japonés muy top. En Area31 disfrutamos de un montón de platos bien elaborados en un ambiente genial. Dispone de una terraza en la que ver Miami desde la planta 16.



En Miami Beach, caminando por Lincon Road de tienda en tienda; cuando nuestras tripas empezaban a rugir un poco, un camarero pasó por delante con un plato de pasta con bogavante y no pudimos resistirnos a sentarnos en este restaurante italiano y disfrutar de uno de sus fetuccini Alfredo. En EEUU llaman langosta, "lobster" a lo que nosotros conocemos por bogavante, quizás un poco diferente también al bogavante de aquí. El restaurante en cuestión se llama Cantinetta.


En Miami, como en otros muchos lugares, incluyendo nuestro país, hay multitud de restaurantes de distintos países. Paseando por Espanola Way (no está mal escrito, ellos no tienen ñ) se nos antojó una michelada, ese combinado con cerveza de sabor tan especial que tuve la suerte de descubrir hace muchos años en México y que está increíble. Nos paramos en Oh Mexico y la acompañamos de unos tacos de Cochinilla Pibil y Al Pastor.



Otro de los sitios que visitamos fue Wynwood un barrio que respira modernidad y arte en cada pared y en cada esquina. Allí comimos en Wynwood Kitchen & Bar, rodeados de arte y con una comida variada y adoptada de distintos lugares. Comimos una ensalada de púlpitos y unas brochetas riquísimas. Una de ellas de Pork Belly, plato bastante protagonista en los restaurantes americanos,  que está buenísimo y es panceta o tocino de cerdo preparado de distintas formas y que tiene su origen en la cocina china o coreana.




Después de pasara por el barrio, ver todas sus obras de arte callejeras, sus tiendas y algún mercadillo que otro descansamos un rato acompañados de un mojito en La La Land. Un lugar en el que te los puedes encontrar de mango, de tamarindo, de fresa e incluso picantes. En la parte izquierda de la barra encontraréis una puerta que te lleva a un gran patio y comunica a su vez con otro bar que se llama The Bar Next Door. Entremedias de los dos hay una tienda de plantas con unos maceteros chulísimos y originales, Plant The Future.



Nuestra última noche podríamos haber optado por cenar en Ocean Dr. Una calle llena de vida a orillas de la playa con un montón de tiendas y restaurantes. Sus calles adyacentes como Collins Avenue y Washington Avenue son un sitio donde perderse haciendo compras. Pero volviendo a las cenas, decidimos alejarnos un poco y cenar en Matador Room, un restaurante excepcional ubicado en el Hotel Edition. Allí pudimos disfrutar de una cena maravillosa en su terraza, muy romántica, llena de vegetación e iluminada de forma muy agradable. Aunque su imagen y su nombre es cañí total, la comida nos es principalmente española, aunque encontramos platos de nuestro país y una larga lista de vinos con sello español. Los vinos en EEUU tienen unos precios desorbitados para lo que nosotros estamos acostumbrados, así que con las cartas de vino alucinaréis un poco.








Y hasta aquí hemos llegado, un viaje que he disfrutado con los cinco sentidos y del que vengo con las pilas muy cargadas. Un destino que seguro repetiré porque tiene muchos rincones y vida por descubrir. Ahora a esperar el siguiente.





lunes, 6 de febrero de 2017

Bacalao con Consomé de Setas

Lunes, un día que por mucho que me esmero no acaba de encajar conmigo, aunque con los años voy encontrándole un hueco y dándole un papel dentro de la semana. Hoy le doy el honor de recordar el plato que ocupó nuestra cena el último tastyfridays. Y lo llamo honor porque fue un plato redondo, lleno de matices y texturas con un resultado espectacular. Una receta inspirada en distintos estrellados y que bien merece su estrella particular, la que le doy yo.



Cocciones e ingredientes nos hicieron disfrutar de la noche, como hacía tiempo entre unas cosas y otras que no hacíamos. Por un lado el bacalao, un pescado que me encanta por su textura y que cocinado de determinada forma no hace más que ganar puntos. Y por otro lado las setas y champiñones que junto con el caldo de pollo y los matices de la soja y el azúcar, logran un consomé difícil de olvidar. Ya por último nosotros, con ganas de hablar, de soñar, de querernos y de disfrutar.

En esta receta hay parte de cocina al vacío a baja temperatura. Sous vide, se llama. Yo tengo una envasadora al vacío y un ronner casero, con el que se puede acceder al universo de la cocina a baja temperatura en casa, el Anova Culinary AQUÍ podéis ver como es.
Si no tenéis envasadora, AQUÍ he publicado un vídeo en el que podéis ver una técnica para hacerlo sin máquina. Después tendréis que controlar la temperatura del agua con un termómetro. Y por supuesto esta receta se puede hacer sin nada de esto, más adelante os explico como. Pero os animo a experimentar un poco con este tipo de cocción porque la textura que consigue con determinados alimentos es muy diferente y muy buena.


¡Vamos allá con este platazo tan tasty!

INGREDIENTES
(2pax)
300g. de lomos de bacalao desalado
65g. de azúcar mascavado (puede ser moreno o blanco si no encontráis)
80g. de cebolla
Aceite de oliva
125g. vino blanco
600g. de champiñones
250g. de caldo de pollo, yo he utilizado caldo de pollo ecológico Costa eco
1 rama de citronela
6g. de jengibre
4 ramitas de cilantro
80g. de claras
70g. de champiñones
Salsa de soja
Salsa de pescado

30g. de Hinojo
40g. de Espinacas frescas
1/2 nuez de mantequilla
55g. de setas shitake
55g. de setas shimeji
1 tomate pera
Hojas de cilantro
Sal rosa
1 lima

Preparación:

Picar cebolla fina y sofreír con el azúcar en un poco de aceite de oliva. Dejar a fuego lento durante 15'. Mientras tanto, limpiamos los champiñones y laminamos los 600g. Los salteamos en una sartén con un poco de aceite de oliva a fuego vivo y reservamos.  Pasados los 15', echar el vino blanco sobe la cebolla y mover con una espátula de madera rascando bien el fondo (desglasar). Después de unas cuantas vueltas, incorporar los champiñones y el caldo de pollo. El caldo lo podéis hacer o comprar, a mi me vino genial en este caso el de Costa Eco que venía en la Disfrutabox de este mes. Dejamos cocer durante 20' en olla rápida a partir de que coja presión. Si no tenéis olla rápida dejadlo una media hora- 45' tapado a fuego lento.





Mientras cuece el caldo, trituramos con una batidora la citronela, el jengibre, los 70g. de champiñones, las ramas de cilantro y las claras.

Una vez cocido el caldo, colamos reservando los champiñones con la cebolla para comerlos en otra ocasión (Os quedarán unos champiñones con un toque dulce por el azúcar, que podéis utilizar otro día con unas verduras salteadas, o para añadir a una pasta, arroz o en cualquier plato que se os ocurra) Añadimos la mezcla anterior de las claras. Volvemos a cerrar la olla rápida y cuando coja presión la dejamos 10' a fuego lento. Si no tenéis olla rápida pues lo dejáis tapado 20' a fuego lento.

Mientras tanto picamos el hinojo en juliana y lo salteamos junto a las espinacas en mantequilla, añadiéndole sal. Reservamos.

Envasamos los lomos de bacalao al vacío y los cocinamos a 55º durante 15'. Si no tenéis muchos medios para la cocina al vacío, poned los lomos de bacalao a confitar en abundante aceite de oliva a fuego lento ( que no hierva), hasta que estén en su punto (en cuanto se separe en lascas).


Pelamos el tomate, le quitamos las pepitas y lo cortamos en dados pequeños. Reservamos.

Abrimos el caldo, y oh! pensaréis que un monstruo se ha apoderado de vuestro caldo, pero no. Es la mezcla con clara que además de darle aroma ha coagulado clarificando el caldo. Lo pasamos por un colador de tela o por uno de malla fina, apretando bien y quedándonos con el caldo. Lo sazonamos con una cucharada salsa de soja y una cucharada de salsa de pescado. Cuidado con los condimentos, tienen que salar pero no tapar el resto del sabor. Así que echadlos poco a poco. Y si el caldo no está lo suficientemente salado podéis un poquito más. Si no encontráis salsa de pescado utilizad solo soja.


Ponemos el caldo al fuego y cuando empiece a hervir le añadimos las shitake, las shimeji y los dados de tomate. Cocemos a fuego lento durante 5' y a tenemos todo listo.


Para servir, ponemos un montoncito del salteado de espinacas e hinojo (quizás le tendréis que dar un último calentón). Colocamos encima el lomo de bacalao que espolvoreamos con sal rosa y ralladura de lima. Añadimos alrededor el consomé de setas con las setas y el tomate y adornamos con unas cuantas hojas de cilantro.




¡Espero que os guste y que disfrutéis de los viernes o del día que os apetezca!

Os dejo el enlace de Disfrutabox para que podáis disfrutar de este caldo de pollo Costa Eco y de otros muchos productos de comida y belleza: