viernes, 30 de septiembre de 2016

Empanadillas Chinas con toque Pedroñeras

Este plato sale de un concurso al que me he presentado de Ajo morado de Las Pedroñeras. A veces los concursos están bien no sólo por el premio, que también, sino porque te hacen darle un poco al coco y crear una receta en base a unos ingredientes predeterminados. En este caso no hace falta ser muy listo para saber que el ingrediente que pedían que estuviera presente en la receta era el ajo morado de Las Pedroñeras. Con una cena de tastyfridays a la vista me propuse hacer un plato que además de llevar ajo fuera un poco especial y diferente para que nos deleitara la noche.

Yo quería que el ajo tuviera bastante presencia, ya que es un concurso de eso, pero el ajo con presencia todos sabemos que es peligroso, no porque te vaya a pasar nada, que mira que tiene buenas propiedades. Pero nos interesa que comparta protagonismo con otros sabores.
Así que pensando y pensando, buscando y mirando conseguí mi objetivo. Se me ocurrió hacer unas empanadillas chinas, pero obviamente dándoles el toque de ajo y otros ingredientes y convirtiéndolas en un poco "cañís"

Se puede comprar la masa de las empanadillas, de hecho lo podéis hacer en cualquier tienda asiática preguntando por masa para dumplings, gyozas, jiaozi. Pero a mi me gusta aprender y experimentar, así que aunque me llevó un poquito más de tiempo, la experiencia mereció la pena.
Las formas que les podemos dar, y de ahí los nombres distintos, también son varias. 

Antes de explicaros como se hacen, os diré también que hay diferentes formas de cocinarlas. Yo elegí el vapor en vaporera de bambú, no me pude poner más chinita. Otra manera sería cocer en agua. También hay otro método que es dorándolas por un lado o por abajo en una sartén con aceite de girasol y a continuación echarles agua y dejar cocer hasta que el agua se evapore. Con este último también quedan muy bien pero tened mucho cuidado al echar el agua, que todo el mundo sabe que echar agua al aceite puede saltar hasta casa del vecino. Mi recomendación es que os agenciéis una tapa a modo de escudo y directamente cuando echéis el agua lancéis la tapa a la sartén. Os estoy contando esto y me está dando miedo que os queméis, pero es que la técnica es así, por favor tened cuidado. Yo probé con unas que hice otro día y no me quemé pero fui consciente de que hay que tener los reflejos a tope.

Antes de contaros el plato os dejo el enlace dónde si os gusta la receta podéis votarme en un minutito:

http://basicfront.easypromosapp.com/voteme/608028/635785104

¡Muchas gracias!

Masa Dumplings:
500g. de harina
250g. de agua
1/2 cucharadita de sal

Relleno:
500g. de bacalao fresco
4 dientes de ajo morado pedroñeras
100g. de cebolla
1 huevo
3 o 4 cucharadas de salsa de soja
1 cucharada de albahaca fresca picada

Salsa de tomate y ajo asado:
800g. de tomates
10 dientes de ajo morado
sal

Aceite de Oliva

En primer lugar hacemos la salsa de tomate. Ponemos los tomates y los dientes de ajo en el horno y los dejamos a 190º durante 40 minutos. Sacamos del horno, pelamos los tomates y los ajos y los trituramos. Sofreímos el puré resultante, al que añadimos sal, con un poco de aceite de oliva a fuego medio-bajo hasta que se evapore todo el líquido y tengamos una salsa muy espesa, más o menos 30 minutos.


Ponemos la harina en un bol y vamos añadiendo el agua templada, a la que le hemos incorporado la sal. Mezclamos hasta que esté el agua bien incorporada y amasamos unos 10 minutos. Tapamos con film y dejamos reposar 30 minutos.

Para hacer el relleno sofreímos los ajos picados finos, añadimos la cebolla también menuda. Cuando estén listos se los incorporamos al bacalao muy picado, añadimos salsa de soja, la albahaca y el huevo batido.


Estiramos la masa de los dumpling haciendo primero un churro y cortándolo en trocitos. La dejamos muy fina y con ayuda de algo redondo vamos cortando círculos o la dejáis más o menos como en la foto entre círculo y cuadrado. En cada uno de ellos ponemos un poco de relleno y cerramos hacia arriba ( como haciendo un atillo), juntando todos los bordes, apretando la masa y sellando bien. En vez de hacia arriba también podemos doblar a la mitad haciendo forma de empanadilla tradicional.


Cocemos al vapor, poniendo una hoja de papel de horno debajo unos 15 minutos a fuego medio.


Servimos con salsa de soja y con la salsa de tomate y ajo asado.

¡Espero que os guste!

miércoles, 14 de septiembre de 2016

Angelita

El fin de semana pasado tuve el placer de disfrutar de un lugar que merecéis conocer y poder así disfrutarlo vosotros también. El sitio en cuestión es un bar de vinos, y como habéis averiguado en el título de la entrada se llama Angelita.

En Angelita podéis tomar un vino, o dos o tres, o los que queráis, porque disponen de 500 referencias de vino por botella y 25 por copas, incluso sirven algunos por medias copas. Habéis leído bien 500 referencias, no se me ha colado un cero. A lo que iba, tienen un horario non-stop entre las 13:30 y las 00:00 y podréis degustar  en él parte de la carta de comidas y cenas. Pero si lo que queréis es ir a comer o a cenar, cosa que yo os recomiendo, podéis reservar una mesa en un horario más acotado y disfrutar de una experiencia genial. Por lo menos así fue la nuestra.



La carta de comida de Angelita no es extensa pero es más que suficiente, además hay platos con medias raciones que hacen más fácil probar más cosas, e importante en Angelita, probar más referencias vinícolas. La materia prima es extraordinaria, todavía puedo recordar el sabor del tomate. Y el trato del producto muy correcto, alguno más destacable que otro.
¿Y qué hacemos con el vino con tanta referencia? Pues haced como nosotros y permitidles aconsejaros y maridad cada plato con un vino diferente. Creedme que os sorprenderán, siempre para bien.




Cuando vayáis a Angelita os llamará la atención el carro de quesos que te encuentras según entras y que en el que uno de los hermanos artífices de este lugar corta con mimo tablas de queso no sin antes preguntar cuales son tus gustos en cuanto a materia "quesil". No lo dejéis pasar. Nuestras directrices fueron: Nos gustan fuertes, ella es asturiana, dijeron por otro lado. Y probamos un queso de Lanzarote muy bueno, un queso La Peral, pero de oveja (ojito qué descubrimiento y ojito que eres asturiana y te pongo un queso de allí que no te va a dejar indiferente, muy crack) y otro muy rico también creo que de Mallorca, un día de estos me agencio una grabadora para acordarme de todo.




Pero Angelita no se queda aquí. Cuenta con otra sorpresa en la planta de abajo. Un bar de cócteles con esencia americana, actual pero un poco retro y un poco Don Drapper. De este lugar podéis disfrutar desde las cinco de la tarde, e incluso también podréis picar algo para acompañar las maravillosas combinaciones creadas por su personal. Es un sitio ideal también, para tomar algo antes o después de cenar. No podéis pasar de largo por las serendipias, son geniales. Ahí lo dejo.



Angelita lo dirigen dos hermanos, que no son novatos en la hostelería, y eso se nota, se nota su experiencia y se nota su ilusión por este proyecto. Combinación perfecta y en la que no funcionan por separado, aunque cada uno dirige uno de los espacios. De hecho el aperitivo del día que había arriba se elaboraba en la coctelería. Fue un Bloody Mary, he de decir que soy fan del Bloody Mary, pero también voy a decir que este es top. Para empezar se hace con tomate natural y para seguir tiene un proceso de elaboración que no puedo reproducir, porque es tan largo, contado con tanta pasión por su creador que mejor vais y que os lo cuente él, aquí necesitaría otra vez una grabadora. Lo que si voy a decir es que puede ser el mejor Bloody Mary que me he tomado hasta ahora. Me llamó también mucho su presentación. Me encantó, le hice foto, pero no os la voy a enseñar para que la veáis vosotros mismos.

¡Vosotros tenéis que ir y yo tengo que repetir!



Angelita Madrid
C/ de la Reina 4
28004 Madrid
Tel.: 915 21 66 78













martes, 6 de septiembre de 2016

Rape Alangostado

Estos días son de vuelta a un montón de sitios. Vuelta a casa, vuelta al cole, vuelta al trabajo, vuelta al gimnasio, vuelta a las rutinas (qué palabra más fea), vuelta a pensar qué haces de comer o cenar y en definitiva vuelta al día a día. Vaya mareo con tanta vuelta, y al principio estás así un poco noqueado, pero en menos que canta un gallo estás de nuevo con todas tus cosas en orden. 

En mi caso una de esas cosa que tengo que retomar es este blog, que cuando me he querido dar cuenta han pasado muchos días desde la última entrada. Pero eso para mi no es una obligación, es un motivación de la que hasta ahora disfruto y quiero seguir haciéndolo.

En verano me resulta más complicado respetar los viernes para esa cena para dos. Pero se disfrutan de otra manera, salidas a cenar solos, aperitivos al sol, comidas o cenas en familia,  un cóctel en la puesta de sol o un bocadillo a la luz de la luna. 
Algunas de estas cosas te pueden acompañar todo el año, otras habrá que esperar un tiempo para poder volver a ellas. Mientras tanto podemos seguir cocinando platos y sueños.

Para ir metiéndonos en faena, he encontrado el plato perfecto. Un plato tradicional donde los haya, quizás hasta demodé, pero su sabor es genial, su elaboración es muy sencilla, y con estos calores va que ni pintado. Así que no se hable más, se merece una cena como protagonista y un señor bocado. 

INGREDIENTES
(2PAX)

1 cola de rape de 345g
Pimentón dulce
Agua
Sal

Salsa rosa
2 cucharadas de mayonesa
1 cucharadita de ketchup
unas gotas de whisky
unas gotas de zumo de naranja

Ensalada de Aguacate
1 Aguacate
media lima o limón
sal y pimienta 

En la pescadería pediremos que nos saquen la cola del rape, al quitar la espina, quedará en dos trozos a lo largo que en mi caso pesaban entre los dos y sin espina 345g. Cogemos hilo de cocina y los unimos para que al cocerlos mantengan la forma.



Untamos la cola de rape con el pimentón, previamente salada, hasta que queda totalmente cubierta. Envolvemos con el papel film o de aluminio y ponemos a cocer al vapor en agua con sal y una hoja de laurel. También lo podemos cocer sumergido en el agua, si lo hacéis así mejor con papel de aluminio. Cocemos durante 10 minutos. Esperamos a que se temple un poco para quitar el papel y cortamos el hilo. 


Hacemos medallones de unos dos centímetros y lo tenemos listo para servir.
La salsa rosa hace muy buena pareja con este rape, para hacerla solo tenemos que mezclar todos los ingredientes.

El acompañamiento es muy sencillo. Cortamos el aguacate en dados. Aliñamos con zumo de lima o de limón, sal y pimienta.

Ya solo queda emplatar y disfrutar.





 ¡Espero que os guste!