Así llegaron las 8 de la tarde. Bueno así como cualquier cosa no, pero no voy ahora a soltaros el rollo de todo lo que hice el viernes por la tarde. Me senté en el sofá y me puse a ver platos por la web a ver si algo me inspiraba...tampoco tenía mucho margen ya, así que pensé: Donde estén unas buenas gambas al ajillo... y me escapé al súper. Las gambas no eran muy allá pero había langostinos. También había zamburiñas y unos mejillones que se me antojaron para hacerlos al vapor. Botella de Alvariño, barra de pan para mojar y a disfrutar.
INGREDIENTES
(2pax)
500g de langostinos
10 zamburiñas
Mejillones
8 dientes de ajo
Medio limón
Sal
Perejil
Aceite de oliva
1 chile rojo
No os he puesto la cantidad de mejillones, pero es que los pedí a ojo y no miré cuantos eran, lo siento. Podéis coger una bolsa de las de un kilo abrirlos todos y si sobran los utilizáis para otra cosa.
Los mejillones, los limpiáis y los ponéis en una cazuela, tapados, con dos dedos de agua fría. En cuanto se abran los retiráis, no los dejéis más tiempo que se cocerán demasiado. Y ojito que al estar tapados se puede salir en un plis plas todo el agua. Sube enseguida, a veces incluso antes de que se abran, lo que hay que hacer es destapar un poco para que vuelva a bajar. Ya sabéis a quien le ha pasado mil veces, no?. Hay gente que les pone laurel y vino blanco. Yo simplemente los he abierto en agua. Reservamos tapados y a la hora de servir los rociamos un chorro de limón. El mejillón que no se haya abierto hay que desecharlo. No les echéis sal.
Vamos a por los langostinos. Cortamos cuatro dientes de ajo en láminas, los freímos en abundante aceite de oliva y antes de que comiencen a dorarse echamos los langostinos pelados. Cortamos el chile rojo en rodajas y lo añadimos a la sartén y salamos con precaución de no pasarnos. El chile le da un toque picante diferente al de la guindilla que nos ha gustado mucho. Hoy en día podéis encontrar chiles rojos en un montón de sitios, grandes superficies, tiendas de alimentación de productos sudamericanos y orientales. Yo el otro día me compré una bolsa en una tienda asiática que venían congelados, así cada vez que los utilice los tengo en el congelador. Aquí, como en los mejillones, también hay que vigilar el tiempo y no pasarse, en cuanto cojan color retiramos. Entre el aceite y el jugo que van soltando se forma una salsita de las de "me como una barra de pan".
Para hacer las zamburiñas, picamos en trocitos muy pequeños los otros 4 dientes de ajo y el perejil. Los freímos en aceite de oliva. Ponemos una sartén o plancha a calentar y encima las zamburiñas sobre su concha (consejo del pescadero, así se queda el jugo dentro de la concha). Les echamos a cada una un poco de la mezcla de aceite, ajo y perejil. Dejamos unos minutos hasta que se hagan. Se podrían salar ahora con un poco de sal gorda, en escamas o sal normal si no tenéis de las otras. A mí se me olvidó y no me parecieron sosas, así que nos las comimos tal cual.
Y así con esta cena sin planificar, pero no por ello menos rica, nos dieron las diez y las once, las doce y la una y...
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